domingo, 4 de septiembre de 2011

Cambio total



Caminando por calles tranquilas me encontré este letrero en una tienda bella de ropa femenina: “Disculpa, estamos cambiando para tí”. Es una forma más cálida- y de tú a tú -, de decir:” Estamos remodelando.”
Lo cual me da la idea de que quizás sería práctico y hasta sincero poder de vez en cuando colgarnos un cartelito similar “Disculpa estoy trabajando en mí… para tí (o para ustedes)”, a veces me siento como “fachada en remodelación”, algunas veces tal cual una de esas fachadas antiguas pero que se mantiene estoica ante el tiempo inclemente, otras veces alegre de muchos colores contrastantes, desafiantes.
Sirve de mucho descubrir cuando de verdad estamos en proyecto, remodelando, reubicando, para saber cómo actuar ante la llegada de extraños, las visitas de amigos, la cercanía de un amor o la intimidad de un  momento.
Quizás no sea malo de vez en cuando admitir que “estamos trabajando” en nuestro rinconcito privado, y así estar mejor preparados para la “pronta reinauguración” (de metas, de amistades, de amores, decide tú).

jueves, 11 de agosto de 2011

Te perdí



Un mensaje de texto en el facebook me dio el adios.....

Sin poder reclamarte nada deje que te marcharas,
soportando el amargo sabor de un adiós y el desvaneciente llanto de un amor perdido....
Recuerdo el día que partiste…
Mi confusión y mi dolor cobraron mas fuerza al ver que mis lágrimas te hacían reir al saberte indispensable para mi...
Al dejarme rompías juramentos sagrados de amor,
olvidabas sueños construidos por los dos,
tachabas caricias y dejabas en el pasado noches de pasión que solo tu y yo pudimos inventar...
La soledad desgarra mis entrañas y mi corazón se remuerde al sentirse víctima de un sentimiento que jamás será correspondido y de la amargura de no sentir tus manos cálidas recorriendo mi piel...
Cuando te perdí y desde que te perdí no veo más luz que la que guía mi fin y solo imploro por un poco mas de tiempo
por si algún día decides regresar...

lunes, 1 de agosto de 2011

Orgullo de pareja



Érase una vez un joven que tenía fama de ser el individuo más terco de la ciudad, y una mujer que tenía fama de ser la doncella más tozuda, e inevitablemente terminaron por enamorarse y casarse.
Después de la boda, celebraron en su nuevo hogar un gran festín que duró todo el día.
Al fin los amigos y parientes no pudieron comer más, y uno por uno se marcharon.
Los novios cayeron agotados, y estaban preparándose para quitarse los zapatos y descansar cuando el marido notó que el último invitado se había olvidado de cerrar la puerta al marcharse.
-Querida -dijo-, ¿te molestaría levantarte para cerrar la puerta? Entra una corriente de aire.
-¿Por qué debo cerrarla yo? -bostezó la esposa-. Estuve de pie todo el día, y acabo de sentarme. Ciérrala tú.
-¡Conque sí! -regonzó el esposo-. En cuanto tienes la sortija en el dedo, te conviertes en una holgazana.
-¿Cómo te atreves? -gritó la novia-. No hace un día que estamos casados y ya me insultas y me tratas con prepotencia. ¡Debí saber que serías uno de esos maridos!
-Vaya -gruñó el esposo-. ¿Debo escuchar tus quejas eternamente?
-¿Y yo debo escuchar eternamente tus protestas y reproches?
Se miraron con mal ceño durante cinco minutos. Luego la novia tuvo una idea.
-Querido -dijo-, ninguno de ambos quiere cerrar la puerta, y ambos estamos cansados de oír la voz del otro.
Así que propongo una competencia. El que hable primero debe levantarse a cerrar la puerta.
-Es la mejor idea que he oído en todo el día -respondió el esposo-. Comencemos ahora.
Se pusieron cómodos, cada cual en una silla, y se sentaron frente a frente sin decir una palabra.
Así habían pasado dos horas cuando un par de ladrones pasó por la calle con un carro.Vieron la puerta abierta y entraron en la casa, donde no parecía haber nadie, y se pusieron a robar todo aquello de que podían echar mano.
Tomaron mesas y sillas, descolgaron cuadros de las paredes, incluso enrollaron alfombras.
Pero los recién casados no hablaban ni se movían.
No puedo creerlo -pensó el esposo-. Se llevarán todo lo que poseemos, y ella no dice una palabra.
¿Por qué no pide ayuda -se preguntó la esposa-. ¿Piensa quedarse sentado mientras nos roban a su antojo?
Al fin los ladrones repararon en esa callada e inmóvil pareja y, tomando a los recién casados por figuras de cera, los despojaron de sus joyas, relojes y billeteras.
Pero ninguno de ambos dijo una palabra.
Los ladrones se largaron con su botín, y los recién casados permanecieron sentados toda la noche.Al amanecer un policía pasó por la calle y, viendo la puerta abierta, se asomó para ver si todo estaba bien.
Pero no pudo obtener una respuesta de la pareja silenciosa.
-¡A ver! -rugió-. ¡Soy el agente de la ley! ¿Quiénes son ustedes? ¿Esta casa les pertenece? ¿Qué sucedió con todos los muebles?
Y al no obtener respuesta, se dispuso a golpear al hombre en la oreja.
-¡No se atreva! -gritó la esposa, poniéndose en pie-. Es mi marido, y si usted le pone un dedo encima, tendrá que responder ante mí.
-¡Gane! -gritó el esposo, batiendo las palmas-. ¡Ahora ve a cerrar la puerta!
William J. Bennett. El libro de las virtudes

domingo, 31 de julio de 2011

De ser amantes a ser amigos---- ¿se puede?



Terminar con alguien es triste y doloroso. Se ha invertido mucho tiempo y energía y cuando la relación acaba muchas veces no queremos dejarla ir por completo. Entonces es cuando surge la pregunta. ¿Podemos ser amigos después de haber sido amantes?
Como en todo lo que tiene que ver con el amor no existe una única respuesta. Pero si se está terminando con alguien y surge la pregunta, hay que considerar varias cosas antes de aceptar pasar de amantes a amigos.
¿Por qué ha terminado la relación? Esto por supuesto es determinante para saber si vale la pena seguir como amigos. ¿Hubo una infidelidad o engaño de parte de alguno?, ¿terminaron por acuerdo mutuo o fue uno de los dos quien decidió la ruptura?, ¿hay hijos de por medio?, ¿cuánto tiempo duró la relación?.
Es fundamental pensar en ti misma y observar tus propios sentimientos para saber si realmente es algo que te beneficiará personalmente. En muchos casos estas relaciones “amistosas” entre ex-amantes suelen acabar peor y ser más dolorosas que cuando terminó el propio noviazgo o matrimonio. A mi parecer, si no hay nada tan fuerte como los hijos en común que los sigan uniendo no hay nada tan sano como aprender a decir adiós para siempre.
Es muy normal que la persona que decidió terminar con la relación se sienta culpable y quiera intercambiar una cosa por la otra. “No quiero ser tu pareja, pero mejor somos amigos”. Inicialmente puede resultar como un paliativo para el dolor de la separación. Caer en esto no es más que sucumbir a una actitud pueril, sin importar en cuál de las dos posiciones estés. ¡Evítala!
Hay que diferenciar entre terminar bien y volver a ser amigos. No porque hayas dejado de amar a alguien o esa persona te haya dejado de amar a ti la tienes que odiar. Una cosa es poder encontrarse casualmente y actuar de forma civilizada, lo cual es muy sensato; la otra es ser amigos y seguir saliendo juntos, hablando por teléfono como si nada hubiera pasado. Esta segunda suele terminar mal. Sólo relaciones muy maduras logran soportar esta clase de estrés, sobre todo cuando alguno de los dos se involucra en otra relación sentimental.
Es importante que te preguntes si el ser amigos no te va a hacer más difícil seguir adelante con tu vida. Es duro terminar una relación, pero es más duro irla arrastrando de por vida. No hay nada como decir adiós y volver al mundo de la soltería con dignidad, eso seguramente te hará más fácil encontrar a alguien más.

sábado, 30 de julio de 2011

Enamórate de quien te ame



Enamórate de alguien que te ame, que te espere, que te comprenda aún en la locura; de alguien que te ayude, que te guíe, que sea tu apoyo, tu esperanza, tu todo.
Enamórate de alguien que no te traicione, que sea fiel, que sueñe contigo, que sólo piense en ti, en tu rostro, en tu delicadeza, en tu espíritu y no en tu cuerpo ni en tus bienes.
Enamórate de alguien que te espere hasta el final, de alguien que sea lo que tú no elijas, lo que no esperes.
Enamórate de alguien que sufra contigo, que ría junto a ti, que seque tus lágrimas, que te abrigue cuando sea necesario, que se alegre con tus alegrías y que te dé fuerzas después de un fracaso.
Enamórate de alguien que vuelva a tí después de las peleas, después del desencuentro, de alguien que camine junto a ti, que sea un buen compañero, que respete tus fantasías, tus ilusiones.
Enamórate de alguien que te ame. No te enamores del amor, enamórate de alguien que este enamorado de tí.
Se necesita solo de un minuto para que te fijes en alguien, una hora para que te guste, un día para quererlo, pero se necesita de toda una vida para que lo puedas olvidar.

viernes, 29 de julio de 2011

Señales del amor



Hay momentos en la vida en que somos tímidos para expresar el amor que sentimos. Quizá por temor a avergonzar a la otra persona o a avergonzarnos nosotros mismos, dudamos en decir “Te quiero” y tratamos de comunicar la idea con otras palabras…
Decimos “Cuídate”, “No manejes rápido”, “Pórtate bien”… Pero en realidad, estas son diferentes maneras de decir “Te quiero…”, “Eres lo más importante para mí…”, “Me importa lo que te suceda…”, “No quiero que estés mal…”, etc.
A veces somos muy extraños. La única cosa que queremos decir y la única cosa que debemos decir, es la única cosa que no decimos (me entiendes verdad). Y aún así, porque el sentimiento es real y la necesidad de decirlo es tan fuerte, usamos otras palabras y signos para decir lo que realmente queremos decir.
Y muchas veces el significado nunca se comunica del todo, y la otra persona se siente ignorada o tal vez no tan querida…
Por eso, debemos ESCUCHAR EL AMOR en las palabras que las otras personas nos dicen, algunas veces las palabras explícitas son necesarias, pero muchas veces es más importante la manera como se dicen las cosas…
Un apodo dicho cariñosamente porta mayor afecto y amor que los sentimientos que son expresados de manera poco sincera.
Un abrazo o un beso impulsivos dicen “TE AMO”, aún cuando las palabras digan algo diferente.
Cualquier expresión de preocupación de una persona por otra dice “Te quiero”.
A veces la expresión es vulgar, a veces incluso cruel. A veces debemos mirar y escuchar muy atentamente el amor que contienen… Pero muy frecuentemente está allí, debajo de la superficie.
Decimos “TE AMO” de muchas maneras: con regalos de cumpleaños, con notitas dibujadas, con sonrisas y a veces con lágrimas. A veces mostramos nuestro Amor cuando nos mantenemos en silencio, sin decir ni una palabra, y a veces incluso hablando bruscamente.
A veces mostramos nuestro Amor a través de la impulsividad. Muchas veces tenemos que demostrar Amor perdonando a alguien que no ha escuchado el Amor que hemos tratado de expresar.
El problema de escuchar el Amor es que no siempre entendemos el lenguaje del Amor que la otra persona está usando.
Una chica puede usar las lágrimas o las emociones para decir lo que quiere decir, y su novio puede no entenderla porque espera que ella le hable en el lenguaje de él.
Por eso, tenemos que esforzarnos por realmente escuchar el Amor.
El problema con nuestro mundo es que la gente rara vez se escucha el uno al otro.
Oyen las palabras, pero no escuchan en las acciones que acompañan a esas palabras o en las facciones del rostro. O la gente sólo escucha el rechazo o el malentendido. No ven el Amor que está allí, debajo de la superficie, aún cuando las palabras sean amargas…
Tenemos que escuchar el amor en aquellos que están alrededor nuestro…
Si escuchamos atentamente, descubriremos que somos muchísimo más amadosde lo que pensamos. Escuchemos al Amor y descubriremos que, después de todo, el mundo es un lugar muy amoroso…
El AMOR es feliz, nos hace reír, nos hace llorar, nos hace cantar, nos hace tristes, nos hace buscar una razón, nos hace pedir, nos hace dar, pero por sobre todo, nos hace VIVIR.
No es la presencia o la ausencia de la gente lo que hace la diferencia, porque una persona puede no estar solitaria aún cuando esté sola.
Algunas veces es bueno estar solo. Pero eso no nos hace solitarios. No es un asunto de estar presente con alguien. El asunto es estar presente para alguien.
Así que recuerda: Si amas a alguien, díselo. Recuerda siempre decir lo que sientes. Nunca tengas temor de expresarte a ti mismo.
Aprovecha esta oportunidad para decirle a alguien lo que significa para ti. Aprovecha el día y no tengas reparos. Y lo más importante: Permanece cerca de tus amigos y tu familia, porque ellos te han ayudado a ser la persona que eres hoy y eso es lo más importante.
Haz la diferencia en tu día y en el de ellos. La diferencia entre expresar el Amor y los rencores es que los rencores a veces perduran más…

jueves, 28 de julio de 2011

No Dejes Morir El Amor


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Hubo una vez en la historia del mundo un día terrible en el que el odio que es el rey de los malos sentimientos, los defectos y las malas virtudes convocó a una reunión urgente con todos ellos.
Todos los sentimientos negros del mundo y los deseos mas perversos del corazón humano llegaron a esta reunión con curiosidad de saber cuál era el propósito. Cuando estuvieron todos habló el Odio y dijo:
- Los he reunido aquí a todos porque deseo con todas mis fuerzas matar a alguien.
Los asistentes no se extrañaron mucho, pues era el Odio el que estaba hablando y él siempre quiere matar a alguien, sin embargo todos se preguntaban entre sí quien sería tan dificil de matar para que el Odio los necesitara a todos.
-Quiero que maten al Amor, dijo.
Muchos sonrieron malévolamente pues más de uno le tenía ganas. El primer voluntario fue el Mal Carácter, quien dijo:
-Yo iré, y les aseguro que en un año el Amor habrá muerto, provocaré tal discordia y rabia que no lo soportará.
Al cabo de un año se reunieron otra vez y al escuchar el reporte del Mal Carácter quedaron tan decepcionados.
- Lo siento, lo intenté todo pero cada vez que yo sembraba una discordia, el Amor la superaba y salía adelante.
Fue entonces cuando muy diligente se ofreció la Ambición que haciendo alarde de su poder dijo:
- En vista de que el Mal Carácter fracasó, iré yo. Desviaré la atención del Amor hacia el deseo por la riqueza y por el poder; eso nunca lo ignorará.
Y empezó la ambición el ataque hacia su víctima, quien efectivamente cayó herida pero después de luchar por salir adelante, renunció a todo deseo desbordado de poder y triunfó de nuevo.
Furioso el Odio por el fracaso de la Ambición envió a los Celos, quienes burlones y perversos inventaban toda clase de artimañas y situaciones para despistar al amor y lastimarlo con dudas y sospechas infundadas Pero el Amor confundido lloró y pensó que no quería morir y con valentía y fortaleza se impuso sobre ellos y los venció.
Año tras año el Odio siguió en su lucha enviando a sus más hirientes compañeros. Envío a la Frialdad, al Egoísmo, a la Cantaleta, La Indiferencia, La Pobreza, La Enfermedad y a muchos otros que fracasaron siempre porque cuando el Amor se sentía desfallecer tomaba de nuevo fuerza y todo lo superaba. El Odio, convencido de que el Amor era invencible les dijo a los demás:
-Nada que hacer. El Amor ha soportado todo, llevamos muchos años insistiendo y no lo logramos.
De pronto de un rincón del salón se levantó un sentimiento poco conocido que vestía de negro con un sombrero gigante que caía sobre su rostro y no lo dejaba ver. Su aspecto era funebre como el de la muerte:
- Yo mataré el Amor, dijo con seguridad.
Todos se preguntaron quien era ese que  pretendía hacer solo, lo que ninguno había podido. El Odio dijo:
 —”Ve y hazlo”.
Tan sólo había pasado algún tiempo cuando el Odio volvió a llamar a todos los malos sentimientos para comunicarles que después de mucho esperar por fin EL AMOR HABÍA MUERTO.
Todos  estaban felices pero sorprendidos. Entonces el sentimiento del sombrero negro habló:
—”Ahí os entrego el Amor totalmente muerto y destrozado”.
Y sin decir mas se marchó.
 —”Espera”… dijo el  Odio, “en tan poco tiempo lo eliminaste por completo, lo desesperaste y no hizo el menor esfuerzo para vivir. ¿Quién eres?
El sentimiento levantó por primera vez su horrible rostro y dijo:
— “SOY LA RUTINA”

miércoles, 27 de julio de 2011

Aprendizaje de amar



¿Tu sabes amar?
Yo estoy aprendiendo. Estoy aprendiendo a aceptar las personas, Aun en las decepciones cuando huyen del ideal que tengo para ellas.
Cuando me hieren con palabras o acciones impensadas.
Es difícil aceptar a las personas como son, no ..como yo deseo sean…
Es difícil, muy difícil, pero estoy aprendiendo…
Estoy aprendiendo a amar, estoy aprendiendo a escuchar, escuchar con los ojos y oídos, escuchar con el alma…
Escuchar lo que dice el corazón, lo que dicen los hombros caídos, los ojos, las manos inquietas el abrazo lejano.
Escuchar el mensaje que se esconde entre las palabras superficiales. Descubrir la angústia disfrazada, la inseguridad enmascarada, la soledad encubierta.
Penetrar la sonrisa fingida, la alegria simulada, la palabra exagerada.
Descubrir el dolor de cada corazón
Poco a poco, estoy aprendiendo a amar. Estoy aprendiendo a perdonar…
Porque el amor perdona, escarba  en la tristeza, curando las cicatrices que la incomprension y la insensibilidad grabaron en el corazón.
El amor no alimenta heridas con pensamientos dolorosos, no cultiva ofensas, silenciando nuestra voz, anulando nuestra esencia.
El amor perdona, olvida, extingue todo trazo de dolor.
Paso a paso estoy aprendiendo a perdonar, a amar, estoy aprendiendo a descubrir el valor que representa cada vida, y todas las vidas.
Valor enterrado por el rechazo, por falta de comprensión, cariño y aceptación, por las experiencias que nos forjan a través del dolor dejando huellas en el tiempo que atan al corazón.
Estoy aprendiendo a ver, en las personas su alma, y las posibilidades que Dios les dió.
Estoy aprendiendo, pero como es lento el aprendizaje!
Cómo, es difícil amar incondicionalmente…
Tropezando, Cometiendo errores, estoy aprendiendo…
Estoy aprendiendo, en este coqueteo con el aprendizaje que finalmente solo somos el recuerdo de un bello suspiro exhalado por DIOS…