domingo, 31 de julio de 2011

De ser amantes a ser amigos---- ¿se puede?



Terminar con alguien es triste y doloroso. Se ha invertido mucho tiempo y energía y cuando la relación acaba muchas veces no queremos dejarla ir por completo. Entonces es cuando surge la pregunta. ¿Podemos ser amigos después de haber sido amantes?
Como en todo lo que tiene que ver con el amor no existe una única respuesta. Pero si se está terminando con alguien y surge la pregunta, hay que considerar varias cosas antes de aceptar pasar de amantes a amigos.
¿Por qué ha terminado la relación? Esto por supuesto es determinante para saber si vale la pena seguir como amigos. ¿Hubo una infidelidad o engaño de parte de alguno?, ¿terminaron por acuerdo mutuo o fue uno de los dos quien decidió la ruptura?, ¿hay hijos de por medio?, ¿cuánto tiempo duró la relación?.
Es fundamental pensar en ti misma y observar tus propios sentimientos para saber si realmente es algo que te beneficiará personalmente. En muchos casos estas relaciones “amistosas” entre ex-amantes suelen acabar peor y ser más dolorosas que cuando terminó el propio noviazgo o matrimonio. A mi parecer, si no hay nada tan fuerte como los hijos en común que los sigan uniendo no hay nada tan sano como aprender a decir adiós para siempre.
Es muy normal que la persona que decidió terminar con la relación se sienta culpable y quiera intercambiar una cosa por la otra. “No quiero ser tu pareja, pero mejor somos amigos”. Inicialmente puede resultar como un paliativo para el dolor de la separación. Caer en esto no es más que sucumbir a una actitud pueril, sin importar en cuál de las dos posiciones estés. ¡Evítala!
Hay que diferenciar entre terminar bien y volver a ser amigos. No porque hayas dejado de amar a alguien o esa persona te haya dejado de amar a ti la tienes que odiar. Una cosa es poder encontrarse casualmente y actuar de forma civilizada, lo cual es muy sensato; la otra es ser amigos y seguir saliendo juntos, hablando por teléfono como si nada hubiera pasado. Esta segunda suele terminar mal. Sólo relaciones muy maduras logran soportar esta clase de estrés, sobre todo cuando alguno de los dos se involucra en otra relación sentimental.
Es importante que te preguntes si el ser amigos no te va a hacer más difícil seguir adelante con tu vida. Es duro terminar una relación, pero es más duro irla arrastrando de por vida. No hay nada como decir adiós y volver al mundo de la soltería con dignidad, eso seguramente te hará más fácil encontrar a alguien más.

sábado, 30 de julio de 2011

Enamórate de quien te ame



Enamórate de alguien que te ame, que te espere, que te comprenda aún en la locura; de alguien que te ayude, que te guíe, que sea tu apoyo, tu esperanza, tu todo.
Enamórate de alguien que no te traicione, que sea fiel, que sueñe contigo, que sólo piense en ti, en tu rostro, en tu delicadeza, en tu espíritu y no en tu cuerpo ni en tus bienes.
Enamórate de alguien que te espere hasta el final, de alguien que sea lo que tú no elijas, lo que no esperes.
Enamórate de alguien que sufra contigo, que ría junto a ti, que seque tus lágrimas, que te abrigue cuando sea necesario, que se alegre con tus alegrías y que te dé fuerzas después de un fracaso.
Enamórate de alguien que vuelva a tí después de las peleas, después del desencuentro, de alguien que camine junto a ti, que sea un buen compañero, que respete tus fantasías, tus ilusiones.
Enamórate de alguien que te ame. No te enamores del amor, enamórate de alguien que este enamorado de tí.
Se necesita solo de un minuto para que te fijes en alguien, una hora para que te guste, un día para quererlo, pero se necesita de toda una vida para que lo puedas olvidar.

viernes, 29 de julio de 2011

Señales del amor



Hay momentos en la vida en que somos tímidos para expresar el amor que sentimos. Quizá por temor a avergonzar a la otra persona o a avergonzarnos nosotros mismos, dudamos en decir “Te quiero” y tratamos de comunicar la idea con otras palabras…
Decimos “Cuídate”, “No manejes rápido”, “Pórtate bien”… Pero en realidad, estas son diferentes maneras de decir “Te quiero…”, “Eres lo más importante para mí…”, “Me importa lo que te suceda…”, “No quiero que estés mal…”, etc.
A veces somos muy extraños. La única cosa que queremos decir y la única cosa que debemos decir, es la única cosa que no decimos (me entiendes verdad). Y aún así, porque el sentimiento es real y la necesidad de decirlo es tan fuerte, usamos otras palabras y signos para decir lo que realmente queremos decir.
Y muchas veces el significado nunca se comunica del todo, y la otra persona se siente ignorada o tal vez no tan querida…
Por eso, debemos ESCUCHAR EL AMOR en las palabras que las otras personas nos dicen, algunas veces las palabras explícitas son necesarias, pero muchas veces es más importante la manera como se dicen las cosas…
Un apodo dicho cariñosamente porta mayor afecto y amor que los sentimientos que son expresados de manera poco sincera.
Un abrazo o un beso impulsivos dicen “TE AMO”, aún cuando las palabras digan algo diferente.
Cualquier expresión de preocupación de una persona por otra dice “Te quiero”.
A veces la expresión es vulgar, a veces incluso cruel. A veces debemos mirar y escuchar muy atentamente el amor que contienen… Pero muy frecuentemente está allí, debajo de la superficie.
Decimos “TE AMO” de muchas maneras: con regalos de cumpleaños, con notitas dibujadas, con sonrisas y a veces con lágrimas. A veces mostramos nuestro Amor cuando nos mantenemos en silencio, sin decir ni una palabra, y a veces incluso hablando bruscamente.
A veces mostramos nuestro Amor a través de la impulsividad. Muchas veces tenemos que demostrar Amor perdonando a alguien que no ha escuchado el Amor que hemos tratado de expresar.
El problema de escuchar el Amor es que no siempre entendemos el lenguaje del Amor que la otra persona está usando.
Una chica puede usar las lágrimas o las emociones para decir lo que quiere decir, y su novio puede no entenderla porque espera que ella le hable en el lenguaje de él.
Por eso, tenemos que esforzarnos por realmente escuchar el Amor.
El problema con nuestro mundo es que la gente rara vez se escucha el uno al otro.
Oyen las palabras, pero no escuchan en las acciones que acompañan a esas palabras o en las facciones del rostro. O la gente sólo escucha el rechazo o el malentendido. No ven el Amor que está allí, debajo de la superficie, aún cuando las palabras sean amargas…
Tenemos que escuchar el amor en aquellos que están alrededor nuestro…
Si escuchamos atentamente, descubriremos que somos muchísimo más amadosde lo que pensamos. Escuchemos al Amor y descubriremos que, después de todo, el mundo es un lugar muy amoroso…
El AMOR es feliz, nos hace reír, nos hace llorar, nos hace cantar, nos hace tristes, nos hace buscar una razón, nos hace pedir, nos hace dar, pero por sobre todo, nos hace VIVIR.
No es la presencia o la ausencia de la gente lo que hace la diferencia, porque una persona puede no estar solitaria aún cuando esté sola.
Algunas veces es bueno estar solo. Pero eso no nos hace solitarios. No es un asunto de estar presente con alguien. El asunto es estar presente para alguien.
Así que recuerda: Si amas a alguien, díselo. Recuerda siempre decir lo que sientes. Nunca tengas temor de expresarte a ti mismo.
Aprovecha esta oportunidad para decirle a alguien lo que significa para ti. Aprovecha el día y no tengas reparos. Y lo más importante: Permanece cerca de tus amigos y tu familia, porque ellos te han ayudado a ser la persona que eres hoy y eso es lo más importante.
Haz la diferencia en tu día y en el de ellos. La diferencia entre expresar el Amor y los rencores es que los rencores a veces perduran más…

jueves, 28 de julio de 2011

No Dejes Morir El Amor


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Hubo una vez en la historia del mundo un día terrible en el que el odio que es el rey de los malos sentimientos, los defectos y las malas virtudes convocó a una reunión urgente con todos ellos.
Todos los sentimientos negros del mundo y los deseos mas perversos del corazón humano llegaron a esta reunión con curiosidad de saber cuál era el propósito. Cuando estuvieron todos habló el Odio y dijo:
- Los he reunido aquí a todos porque deseo con todas mis fuerzas matar a alguien.
Los asistentes no se extrañaron mucho, pues era el Odio el que estaba hablando y él siempre quiere matar a alguien, sin embargo todos se preguntaban entre sí quien sería tan dificil de matar para que el Odio los necesitara a todos.
-Quiero que maten al Amor, dijo.
Muchos sonrieron malévolamente pues más de uno le tenía ganas. El primer voluntario fue el Mal Carácter, quien dijo:
-Yo iré, y les aseguro que en un año el Amor habrá muerto, provocaré tal discordia y rabia que no lo soportará.
Al cabo de un año se reunieron otra vez y al escuchar el reporte del Mal Carácter quedaron tan decepcionados.
- Lo siento, lo intenté todo pero cada vez que yo sembraba una discordia, el Amor la superaba y salía adelante.
Fue entonces cuando muy diligente se ofreció la Ambición que haciendo alarde de su poder dijo:
- En vista de que el Mal Carácter fracasó, iré yo. Desviaré la atención del Amor hacia el deseo por la riqueza y por el poder; eso nunca lo ignorará.
Y empezó la ambición el ataque hacia su víctima, quien efectivamente cayó herida pero después de luchar por salir adelante, renunció a todo deseo desbordado de poder y triunfó de nuevo.
Furioso el Odio por el fracaso de la Ambición envió a los Celos, quienes burlones y perversos inventaban toda clase de artimañas y situaciones para despistar al amor y lastimarlo con dudas y sospechas infundadas Pero el Amor confundido lloró y pensó que no quería morir y con valentía y fortaleza se impuso sobre ellos y los venció.
Año tras año el Odio siguió en su lucha enviando a sus más hirientes compañeros. Envío a la Frialdad, al Egoísmo, a la Cantaleta, La Indiferencia, La Pobreza, La Enfermedad y a muchos otros que fracasaron siempre porque cuando el Amor se sentía desfallecer tomaba de nuevo fuerza y todo lo superaba. El Odio, convencido de que el Amor era invencible les dijo a los demás:
-Nada que hacer. El Amor ha soportado todo, llevamos muchos años insistiendo y no lo logramos.
De pronto de un rincón del salón se levantó un sentimiento poco conocido que vestía de negro con un sombrero gigante que caía sobre su rostro y no lo dejaba ver. Su aspecto era funebre como el de la muerte:
- Yo mataré el Amor, dijo con seguridad.
Todos se preguntaron quien era ese que  pretendía hacer solo, lo que ninguno había podido. El Odio dijo:
 —”Ve y hazlo”.
Tan sólo había pasado algún tiempo cuando el Odio volvió a llamar a todos los malos sentimientos para comunicarles que después de mucho esperar por fin EL AMOR HABÍA MUERTO.
Todos  estaban felices pero sorprendidos. Entonces el sentimiento del sombrero negro habló:
—”Ahí os entrego el Amor totalmente muerto y destrozado”.
Y sin decir mas se marchó.
 —”Espera”… dijo el  Odio, “en tan poco tiempo lo eliminaste por completo, lo desesperaste y no hizo el menor esfuerzo para vivir. ¿Quién eres?
El sentimiento levantó por primera vez su horrible rostro y dijo:
— “SOY LA RUTINA”

miércoles, 27 de julio de 2011

Aprendizaje de amar



¿Tu sabes amar?
Yo estoy aprendiendo. Estoy aprendiendo a aceptar las personas, Aun en las decepciones cuando huyen del ideal que tengo para ellas.
Cuando me hieren con palabras o acciones impensadas.
Es difícil aceptar a las personas como son, no ..como yo deseo sean…
Es difícil, muy difícil, pero estoy aprendiendo…
Estoy aprendiendo a amar, estoy aprendiendo a escuchar, escuchar con los ojos y oídos, escuchar con el alma…
Escuchar lo que dice el corazón, lo que dicen los hombros caídos, los ojos, las manos inquietas el abrazo lejano.
Escuchar el mensaje que se esconde entre las palabras superficiales. Descubrir la angústia disfrazada, la inseguridad enmascarada, la soledad encubierta.
Penetrar la sonrisa fingida, la alegria simulada, la palabra exagerada.
Descubrir el dolor de cada corazón
Poco a poco, estoy aprendiendo a amar. Estoy aprendiendo a perdonar…
Porque el amor perdona, escarba  en la tristeza, curando las cicatrices que la incomprension y la insensibilidad grabaron en el corazón.
El amor no alimenta heridas con pensamientos dolorosos, no cultiva ofensas, silenciando nuestra voz, anulando nuestra esencia.
El amor perdona, olvida, extingue todo trazo de dolor.
Paso a paso estoy aprendiendo a perdonar, a amar, estoy aprendiendo a descubrir el valor que representa cada vida, y todas las vidas.
Valor enterrado por el rechazo, por falta de comprensión, cariño y aceptación, por las experiencias que nos forjan a través del dolor dejando huellas en el tiempo que atan al corazón.
Estoy aprendiendo a ver, en las personas su alma, y las posibilidades que Dios les dió.
Estoy aprendiendo, pero como es lento el aprendizaje!
Cómo, es difícil amar incondicionalmente…
Tropezando, Cometiendo errores, estoy aprendiendo…
Estoy aprendiendo, en este coqueteo con el aprendizaje que finalmente solo somos el recuerdo de un bello suspiro exhalado por DIOS…

martes, 26 de julio de 2011

Desgasta tratar de hacer feliz a otra persona



Muchas veces nuestras relaciones se ven afectadas por la pena y la desdicha, una lucha constante para que las cosas funcionen entre los dos.
Para que una relación funcione ambos deben de poner de su parte y es frustrante cuando no sucede así, cuando pese a todos los esfuerzos la otra parte no hace nada. Sentir que sólo tú estás luchando por la relación supone un desgaste tanto físico como emocional.
Las relaciones se vuelven muy tormentosas para quien intentando salvar una relación no sólo no ve fruto sino que todo sigue igual o peor. Se hace muy difícil vivir junto a alguien del que no vemos respuesta y no pone nada de su parte por mejorar.
Es muy duro permanecer siempre callado en silencio por temor a que nuestra conversación no sea del agrado de la otra parte y esto a la larga te va produciendo una insatisfacción y un agobio que te va anulando como persona.
Si ya sólo el hecho de estar en pareja es algo complicado, cuánto más si le sumas que tu amor es una persona muy poca receptiva para recibir las cosas que tú le puedes brindar. Eso es algo que va aniquilando tanto a la persona que trata de salvar la relación como al otro que ve que no puede dar más de lo que está dando, es algo que produce unas emociones muy fuertes tanto de dolor como de decepción.
Antes de seguir con tal relación sería bueno que te plantees si merece la pena estar con esa persona, porque sientes que tu vida es cada día más triste y vacía.
No se puede cambiar a las personas, mucho menos cuando ya son adultos, por lo que te propongo:
1.    Ser felices nosotros mismos  y dejarle ser como sea; no se puede basar nuestra felicidad en lo que la otra persona te da. Debes ser feliz con lo que tú mismo te das, ser feliz contigo mismo.
2.    No pretendas cambiarle, todas las personas tenemos nuestra forma de ser y pretender cambiar a alguien es ir contra la naturaleza, es demoledor y no se puede hacer. Si tu felicidad está pendiente de los cambios que ella llegue a realizar algún día nunca podrás ser feliz, eso es desesperante y agotador. No esperes que ella sea feliz para serlo tú, sé feliz hoy, ahora mismo, incluso con tu pareja siendo como es.
3.    Intenta contagiarle tu felicidad. No estará garantizado, pero es mucho más fácil que tu pareja sea feliz contigo si tú mismo eres feliz, incluso con ella. Si durante mucho tiempo te has estado contagiando de su infelicidad, ahora intenta tú contagiarle la felicidad. Pero piensa que ante todo eres responsable de tu propia vida, como ella de la suya; debes ser feliz tú mismo y ojalá, con algo de suerte, algo se le pegue.
4.    Si no hay salida considera dejarla antes de quemarte. Es bueno luchar por nuestro amor, por la persona que amamos… pero si ella nunca pone de su parte y no puedes ser feliz te acabarás quemando. Si la relación se ha convertido en un continuo desgaste emocional tal vez sea hora de dejarla.
Intenta ser feliz tú mismo,  abandona la idea de cambiar a tu pareja porque los adultos ya tenemos nuestras manías y personalidad formada. Dicen que nuestras manías se van haciendo más intensas con el paso de los años, por lo que realmente no es lógico que esperes a que ella cambie, posiblemente pasen otros diez años y todo siga igual o peor.
Aprovecha de reír, de dar mucha paz porque tú sientes que eres una persona muy dichosa, pero no olvides que porque tú seas así eso no quiere decir que la otra persona también deba serlo, cada persona es un mundo y tú debes respetar ese espacio.
Muchas veces nos cegamos a la realidad por el deseo de querer estar en compañía, para muchas personas el tener alguien a su lado es su prioridad; les asusta la soledad, el no tener a quien amar. Pero debes valorarte, quererte a ti mismo como persona que eres. Muchas veces por miedo a acabar solos acabamos fingiendo que nada pasa, intentando ignorar lo que día a día nos va matando por dentro y eso no es bueno para nadie. No se puede vivir así.
Hay que aprender a no ser dependiente de nadie, hay que saber que nosotros somos capaces de llegar lejos y solos, que no necesitamos un bastón, queremos un buen amor y una buena relación, pero ante todo tenemos que estar contentos nosotros mismos, porque pretender hacer feliz a otra persona que no quiere serlo es desgastador.

lunes, 25 de julio de 2011

Enamorarse en su tiempo



Si te encuentras enamorado de una persona que no está enamorada de ti… No te reproches a ti mismo. No hay nada de malo contigo, sino que el amor no eligió descansar en el corazón de la otra persona.
Si te encuentras a alguien que está enamorado de ti, y tu no lo amas, siéntete honrado de que el amor vino y tocó a su puerta, pero dulcemente rechaza el regalo que no puedes devolver.
Si te encuentras enamorado de alguien, y esta persona se enamora de ti también, y el amor elige irse, no intentes reclamarlo o culparlo. Déjalo ir.  Hay una razón y un significado, tú lo sabrás a su tiempo. Recuerda que tú no eliges el amor. El amor te elige a ti.
Todo lo que puedes hacer realmente es aceptarlo, por todo su misterio, cuando entra a tu vida.  Siente como él te llena hasta derramarse, y entonces encuentra la manera de compartirlo.  Dalo a la persona que lo hizo nacer en tu vida.  Dalo a otros que sean pobres de espíritu.  Dalo alrededor del mundo en todas las formas que puedas.
Es entonces, que muchos que aman cometen un error, porque habiendo estado mucho tiempo sin amar, ellos entienden el amor como únicamente una necesidad.  Ellos ven sus corazones como un lugar vacío que necesita ser llenado con el amor, ven el amor como si fuera algo que fluye para ellos, en lugar de fluir desde ellos.  Acuérdate de eso, y mantenlo en tu corazón: el amor tiene su propio tiempo, sus propias estaciones, y sus propias razones para ir y venir.
No lo puedes sobornar, coaccionar, motivar, o insistir para que se quede. Tú sólo puedes abrazarlo cuando él llega, y repartirlo con los otros cuando él venga hasta ti.  Pero si él elige dejar tu corazón, o el corazón de aquel a quien tu amas, no hay nada que puedas hacer, y no hay nada que debas hacer.
El amor es y siempre será un misterio.  Alégrate de que él haya entrado a tu vida en algún momento.  Si tu mantienes tu corazón abierto, el vendrá de nuevo a ti.

domingo, 24 de julio de 2011

Dialogo entre el amor y el olvido



- Por qué siempre me acompañas? preguntó el Amor al Olvido.
- No te has dado cuenta Amor, que soy tu fiel amigo.
- Cómo puede ser esto? replicó el Amor, si siempre se ama el recuerdo cuando existo yo.
- Deja que te explique mi querido Amor: De las cosas bellas, de los momentos de pasión del fuego que incendia, cuando se aman dos. Esos momentos no los borro, los atesora el corazón. Me encargo que no recuerden que también dueles Amor. Cuando no eres correspondido, cuando hace falta tu calor, cuando brotan de los ojos ríos cuando uno de los dos falló. Hago olvidar las distancias, y el tiempo que les faltó.
- Ahora comprendo dulce Olvido, en mi andar tu función haces llevadero mi paso por sus vidas.
- Eso intento mi buen Amor.