viernes, 12 de octubre de 2012

De prisa


Cierta vez, un conductor se desplazaba por una autopista a una velocidad excesivamente alta, cuando, de repente justo después de una curva aparece un hombre parado en medio de la vía, haciendo señal de parada con los brazos y de una forma desesperante.
El conductor, sorprendido y a la vez asustado, toca insistentemente la bocina para ver si así el individuo se quitaba del camino. Pero fue inútil, el hombre seguía haciendo señal de pare con sus brazos.
Debe de estar loco, dijo el conductor mientras pisaba el freno provocando un fuerte chillido y dejando dos largas marcas negras en el pavimento, logrando así detener el auto antes de chocar a aquel hombre. Muy enojado, se desmonta del carro y, estrellando la puerta, se dirige hacia el hombre y le dice: Acaso no tienes ojos? No ves lo peligrosa que es esta carretera y te atraviesas en ella como si nada? O acaso eres loco para no ver el peligro que corres?
No, señor, no estoy loco, le contesto el individuo. Lo que pasa es que el puente que esta en la próxima curva acaba de desplomarse; y sabía que, si no hacia algo, usted, en este momento, ya estaría muerto. Tuve que arriesgar mi vida para ver si podía salvar la suya.

jueves, 26 de julio de 2012

Enseñanzas


Recientemente una profesora aún muy joven, que viajó de Polonia a Brasil, impartió un seminario y, con mucha lucidez, aportó puntos importantes para la reflexión de su auditorio.
Ella dijo lo siguiente:
“Ya viví lo suficiente para presenciar tres períodos distintos en el comportamiento de las personas.
El primero lo viví en la infancia, cuando aprendí de mis padres que era preciso ser.
Ser honesta, ser educada, ser digna, ser respetuosa, ser amiga, ser leal…
Algunas décadas más tarde, fui testigo de la fase del tener.
Era preciso tener.
Tener buena apariencia, tener dinero, tener status, tener cosas, tener y tener…
En la actualidad, estoy presenciando la fase del “haz-de-cuenta”.
Analizando este punto de vista, llegaremos a la conclusión de que hoy, muchas personas hacen de cuenta que todo está bien.
• Padres hacen de cuenta que educan.
• Profesores hacen de cuenta que enseñan.
• Alumnos hacen de cuenta que aprenden.
• Profesionales hacen de cuenta que son competentes.
• Gobernantes hacen de cuenta que se preocupan con el pueblo, y hay pueblos que hacen de cuenta que lo creen.
• Personas hacen de cuenta que son honestas.
• Líderes religiosos que se hacen pasar por representantes de Dios, y fieles que hacen de cuenta que tienen fe.
• Enfermos hacen de cuenta que tienen salud.
• Maleantes hacen de cuenta que son dignos.
• Y la justicia hace de cuenta que es imparcial.
• Traficantes se hacen pasar por ciudadanos de bien y consumidores de drogas hacen de cuenta que no contribuyen con ese mercado del crimen.
• Padres que hacen de cuenta que no saben que sus hijos usan drogas, que se prostituyen, que se están matando poco a poco e hijos que hacen de cuenta que no saben que sus padres saben.
• Corruptos se hacen pasar por idealistas y terroristas hacen de cuenta que son justicieros.
• Y la mayoría de la población hace de cuenta que todo está bien
Pero una cosa es segura:
No podemos hacer de cuenta cuando nos miramos en el espejo de la propia conciencia.
Podemos inclusive encontrar disculpas para explicar nuestros haz-de-cuenta, pero no los justificamos.
 Es importante resaltar, sin embargo, que esa representación de cada día, ese haz-de-cuenta causa perjuicios para aquellos que echan mano de este tipo de comportamiento.
La persona que actúa así termina confundiéndose a sí misma y cayendo en un vacío, pues ni ella misma sabe de hecho quien es y acaba traicionándose en algún momento.
Y esto es extremadamente extenuante y desgastante.
Raras personas son realmente auténticas.
Por eso se destacan en los ambientes en que se mueven.
Son aquellas que no representan, apenas son lo que son, sin hacer de cuenta.
Son profesionales éticos y competentes, amigos leales, padres celosos en la educación de sus hijos, políticos honestos, religiosos fieles a las enseñanzas que imparten.
Son, en fin, personas no complicadas, de actitudes simples, pero coherentes y, sobre todo, fieles consigo mismas.
La persona que vive de apariencias o finge ser quien no es, corre serios riesgos de caer en la depresión. Esto es perfectamente comprensible por la batalla que traba consigo misma y el desgaste para mantener una realidad falsa.
Si es fácil engañar a los demás, es imposible engañar a la propia conciencia.
Por todas esas razones, vale la pena ser quien se es, aunque eso no le agrade a los demás.

lunes, 9 de julio de 2012

Adicción al Internet


La compulsión por el uso de Internet puede tener índices de gravedad tan altos o más aun que los que tienen un drogadicto, un alcohólico, un jugador o un depravado sexual.
Lo podemos llamar “uso patológico de Internet”,donde encontramos un gran número de personas que se internan en romances, en datos, en cifras, en música y muchos otros aspectos de la vida que ofrece el ciber-espacio.

En investigaciones norteamericanas los abogados especializados en familia, reportan cifras récords de divorcios relacionados con el cibersexo, también romances entre diferentes parejas.

Uno de los aspectos problemáticos es: ¿a qué se hacen adictos los adictos a Internet? ¿Es al contenido al que acceden o es al Internet en sí? Respecto a esto, utilizan el término de adicción al ordenador/Internet, y la definen como un fenómeno o desorden putativo que depende tanto del medio como del mensaje, sin inclinarse a favor de ninguno.
La existencia de  ”adicciones tecnológicas”, que se definen como adicciones no químicas que involucran la interacción hombre-máquina. Estas pueden ser pasivas (como la televisión) o activas(como los juegos de ordenador o Internet).
Esta sería una modalidad de las adicciones psicológicas o conductuales, que a su vez incluiría a la adicción a Internet.
Varios autores  han señalado que Internet podría ser, en la mayoría de los casos, solo un medio o lugar donde alimentar otras adicciones o trastornos (Ej. adicción al sexo, ludopatía o parafilias),
aunque también señalan que existen casos de adicción a Internet por sí mismo.

domingo, 4 de septiembre de 2011

Cambio total



Caminando por calles tranquilas me encontré este letrero en una tienda bella de ropa femenina: “Disculpa, estamos cambiando para tí”. Es una forma más cálida- y de tú a tú -, de decir:” Estamos remodelando.”
Lo cual me da la idea de que quizás sería práctico y hasta sincero poder de vez en cuando colgarnos un cartelito similar “Disculpa estoy trabajando en mí… para tí (o para ustedes)”, a veces me siento como “fachada en remodelación”, algunas veces tal cual una de esas fachadas antiguas pero que se mantiene estoica ante el tiempo inclemente, otras veces alegre de muchos colores contrastantes, desafiantes.
Sirve de mucho descubrir cuando de verdad estamos en proyecto, remodelando, reubicando, para saber cómo actuar ante la llegada de extraños, las visitas de amigos, la cercanía de un amor o la intimidad de un  momento.
Quizás no sea malo de vez en cuando admitir que “estamos trabajando” en nuestro rinconcito privado, y así estar mejor preparados para la “pronta reinauguración” (de metas, de amistades, de amores, decide tú).

jueves, 11 de agosto de 2011

Te perdí



Un mensaje de texto en el facebook me dio el adios.....

Sin poder reclamarte nada deje que te marcharas,
soportando el amargo sabor de un adiós y el desvaneciente llanto de un amor perdido....
Recuerdo el día que partiste…
Mi confusión y mi dolor cobraron mas fuerza al ver que mis lágrimas te hacían reir al saberte indispensable para mi...
Al dejarme rompías juramentos sagrados de amor,
olvidabas sueños construidos por los dos,
tachabas caricias y dejabas en el pasado noches de pasión que solo tu y yo pudimos inventar...
La soledad desgarra mis entrañas y mi corazón se remuerde al sentirse víctima de un sentimiento que jamás será correspondido y de la amargura de no sentir tus manos cálidas recorriendo mi piel...
Cuando te perdí y desde que te perdí no veo más luz que la que guía mi fin y solo imploro por un poco mas de tiempo
por si algún día decides regresar...